jueves, 1 de octubre de 2009

El costumbrísmo en la moral Sexual europea

PAÍSES ESCANDINAVOS

Noruega, Suecia y Dinamarca son tres democracias altamente desarro-
lladas lo mismo en el sentido político que en el social. En Suecia, el sistema
feudal alcanzó mayor poder y duración que en Dinamarca y en Noruega;
pero hoy día el conservadurismo no representa ninguna fuerza política o
pocial poderosa.

En la época de la reforma protestante, mientras el resto de las naciones
europeas se empeñaban en cruentas guerras civiles, los países escandinavos
abrazaron pacíficamente el luteranismo, manteniéndose al margen de luchas
y de extremismos. Probablemente a causa de ello, la idea de que la sexuali-
dad es algo "sucio" y "pecaminoso" no se halla tan arraigada en los países
escandinavos como en las demás naciones europeas y en los Estados Unidos.

El clima de opinión es en estos países muy propicio para la reforma de
las leyes y costumbres sexuales, de acuerdo con los avances de los conocimientos
bioiógieos, psicológicos y sociológicos. También las investigaciones sexo-
lógicas se desarrollan en un ambiente altamente favorable y de gran com-
prensión.

El número de delitos sexuales es muy pequeño. Como contrapartida,
el numero de abortos provocados es muy elevado. En Dinamarca, por ejem-
plo, en l957, sobre una población total de 4400 000 habitantes el número
de abortos legales fue de 3 775, estimándose en l5 el número de abortos clan-
destinos. En Noruega, se calcula que el número de abortos legales totaliza
el 10,5 por ciento de los embarazos, a los que debe añadirse un número de
abortos ilegales igual al ll,6 por ciento de los embarazos. El porcentaje de
homosexualidad exclusiva es también_muv elevado, habiéndose, en algunas
ocasiones, propuesto leyes para legalizar las uniones homosexuales.

Tal vez una de las características más peculiares de los países escandi-
navos en comparación con las demás naciones del área cultural occidental,
estribe en la extraordinaria frecuencia de las relaciones sexuales prematri-
moniales, así como en la escasa importancia que se les concede. Una reciente
investigación realizada en Dinamarca puso de relieve que, de 284 mujeres
interrogadas, el 80 por ciento no hallaban nada inmoral o censurable en
las experiencias sexuales prematrimoniales. Solamente cuatro de ellas (1,4 por
ciento} llegaron vírgenes a.l matrimonio. De las restantes, sólo el 53 por ciento
liabían sido desfloradas por el que luego llegó a ser su marido.

En Noruega es considerado completamente normal que los jóvenes de
ambos sexos pasen la noche juntos en los refugios de montaña en ocasión
de excursiones o de la práctica del esquí. Es corriente entre los solteros el
iniciar contactos sexuales después de las tres o cuatro primeras citas.

La mayoría de los muchachos y muchachas han sostenido de dos a tres vincu-
laciones sexuales antes de su matrimonio. Estas vinculaciones pueden ser
de duración larga o corta. Los estudiantes son en general, menos inclinados
a tales vinculaciones que los jóvenes de clase trabajadora; pero esto proba—
blemente es debido, no a una d1ferenc1a de mentalidad, sino al hecho de
que las tareas universitarias exigen un mayor consumo.

También en Suecia las relaciones prematrimoniales son consi-­
deradas como perfectamente normales. Entre los hombres, la primera rela-
ción sexual tiene lugar, por término medio, entre los l7 y los 19 años. El hecho
de habitar en la ciudad o en un ambiente rural arece tener oca influencia
en lo que a la edad de la primera cópula se refiere; pero mientars que los
hombres maduros actualmente interrogados relatan su primera experiencia
sexual como producida en forma imprevista, los jóvenes la narran como
algo mucho más planeado de antemano. ES interesante hacer notar que la
primera experiencia Sexual masculina actual tiene lugar generalmente con
muchachas de Similar edad, mientras que hace unas décadas era más {re-
cuente que esta primera cópula se produjera con una mujer sensiblemente
mayor que ellos. En general puede decirse que, en Suecia, a pesar de las
frecuentes diatribas contra la degeneración de las costumbres en la juven—
tud , los jóvenes de la actualidad parecen hallarse mas inclinados a establecer
unas relaciones sexuales estables tras la primera experiencia sexual.

El primer síntoma de la libertad sexual sueca es proporcionado por la
ronda de los "raggare" (jóvenes ye-ye), en la Kungsgatan de Estocolmo.
Los "raggare" llegan a la Kungsgatan hacia las ocho de la noche de los
sábados. Van, generalmente, de tres en tres, sentados en la delantera de
viejos coches americanos. Pasan lentamente junto al borde de las aceras,
como en procesión. En la parte trasera de estos coches no va nadie: es la
"sankgammaren" (el dormitorio). Por las aceras andan despacito las "bral-
lis" o "raggar—brudar" (chicas ve­ve). Desde los coches, los chicos las llaman;
de vez en cuando,'una, o varias, Se acercan a un coche. Este se detiene y el
dialogo es muy breve:
—— ¿De acuerdo?
—— Conforme.

Las chicas suben al coche. La próxima etapa será Liljanskogen, o cual-
quiera de los bosques de los alrededores de Estocolmo. Antes, o después,
es obligada la parada en una caietería ve-ve, o "raggarfil<", para tomar
un vaso de cualquier cosa v oir el último disco del momento. No se sirven
bebidas alcohólicas, pero quien mas quien menos todos llevan consigo su
frasco de "renat" (ginebra).

También es habitual ir de pasada a la "Centralstationen", donde, dise-
minados por la gran cantidad de pasadizos, hay muchos "lotomatons".

Mientras los chicos vigilan la eventual llegada de los "statliga―springjoijkor"
(policía), las chicas, con sus roncas risas, se desnudan delante del objetivo
para dejar un recuerdo "sexy" a sus eventuales compañeros. Por otro lado,
el "autostop" de las chicas generalmente implica una gratiiicación sexual
como compensación del viaje.

Fue muy comentado por la prensa el caso de una colecta realizada en
la calle entre los ocasionales espectadores del coito de una chica con un
"raggare" sobre la capota del motor de un coche. Esto sucedió en Kristianstad.

Uno de los resultados de esta promiscuidad cada día más extendida ha
sido el actual número de casos, jamas alcanzado antes en Suecia, de enfer-
medades venéreas. Se dan mas de 5000 casos de gonorrea en las chicas de
l5 a l9 años. Y esto, pese al descubrimiento de los antibióticos. Por lo que
respecta a las madres solteras menores de edad su número ha sobrepasado
los 6000 casos últimamente. También esta dando Suecia actualmente uno
de los más altos índices de homosexualidad de Europa, lo cual es en sí muy
sintomático. La relación seXual normal no tiene ya ninguna resonancia
personal, porque Se ha convertido en algo de extrema banalidad. Hay que
buscar, por lo tanto, formas nuevas y nuevos estímulos.

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