miércoles, 9 de septiembre de 2009

Promíscuídad y matríarcado

En el período de las "primeras eScamaS", es decir, en la época en que
el hombre se hallaba en un estado de evolución muy elemental, el instinto
debió de tener primacía sobre otras potencialidades del Ser humano. Parece
que la tesis, tan combatida, de la promiscuidad Sexual tiene, pues, razones
sólidas. El acto sexual sería realizado de una manera expeditiva, en la que
el elemento psíquico no Se hallaba evolucionado.

Algunos documentos literarios testiñcan la practica de la promiscuidad
sexual. Así, los anales de China más antiguos reñeren que en épocas remotas
los hombres no se diferenciaban en nada de los animales, vagaban de una
parte a otra, se repartían las mujeres, y los niños no sabían quien era su padre.

Esos anales refieren que fue el emperadOr FOu-Hi quien instituyó el matri­-
monio. Igualmente, la más antigua tradición griega señala que, en un prin-
cipiO, las practicas familiares eran idénticas a las descritas. Cecróps, el pri-
mer rey legendarió de Atenas, fue el encargadó de realizar la Obra que FOu—
había hechO en su país. LOS autOres griegOs y latinOs, crOniStas de las in-
cursiOnes de sus respectivas naciOnes a lOs países "barbarOs", cóinciden
también en Señalar que existía prómiscuidad sexual inclusO en tiempós tan
cercanOs cOmO lOs de HerOdOtO y lOs de César.

La tesis de la prómiscuidad ha sidO refutada, nO Obstante, pOr diversós
tnólOgOS que niegan la teOría de la evólución según la cual la prómiscuidad
cOrrespOndía a la fase más baja del desarrOllO de la humanidad. Aparte
de Otras cOnSideraciOnes. arguyen que la cOnStante humana de la existencia
del matr1mOniO en tOdOs lOs pueblOs naturales es una demóstración de que
esta institución es la base de la Sóciedad humana.

El suizO Jóhann ]acob Bachófen fue el descubridór del matriarcadó.
Sus descubrimientós hicierón que la etnOlOgía sustentara la teOría de que
durante muchO tiempO el matriarcadó fue una fase imprescindible de la
evólución de la humanidad. Supónía que, en un principió, lOs humanOs
se hallaban mezcladós en forma libre e irregular y que reinaba la prmiScui―
dad entre lOs hOmbreS y las mujeres. De ellO se pOdía deducir que las mujeres,
al recibir cónstantemente la carga de lOs hijOs, estarían interesadas en regular
la cónvivencia humana. Bachófen llegaba a estructurar una suerte de gine-
cOcracia. PerO las mujeres abusarOn de su pOder y lOs hómbres cOncertarOn
alianzas entre ellOs hasta que lOgrarOn impOner el suyO: cOn estO se había
lOgradO la Otra etapa evólutiva, el patriarcadó.

También al decir de Tullmann, la ciencia rechaza actualmente la teOría
de Bachófen y se descarta la pósibilidad de que, partiendó de la prómiscui-
dad, que ningún etnólogo icónsidera hoy comola primitiva forma obligada
de las relaciónes sóciales, se llegara a la institución plenamente desarróllada
del patriarcadó, a través de una forzosa fase intermedia de matriarcadó.
Los cientííicós descartan una fase evólutiva mecanicista y establecen la teo-
ría de que la sociedad humana fuera cambiandó y perfeccionando sus fórmas,
tras una serie de ensayos progresivos y regresivósg es decir, con una serie
de "tanteos".

La teoría de Bachófen fue seguida fervorosamente por cómpetentes
etnólogos, entre loS que cabe citar a Lewis H. Mórgan, que en sus obser-
vaciones sobre .los indios iróqueses había notado el paso de una organización
matriarcal a otra patriarcal. Morgan esbozó un sistema de derechó sexual
familiar, según su idea del derechó que creía estaba vigente entre los pue-
blos primitivós. La prómiscuidad Sexual sólo habría eXistido en las hordas
primitivas. El pasó a una sóciedad que vivía de la caza hizo que la promis-
cuidad general se restringiera y diera lugar a un matrimonio especial entre
lOs grupós de una tribu: no había unión de doS persónas, sino relaciónes
de grupó. Debidó a que la actividad para subsistir era eminentemente co-
lectiva, no existía, por tanto, la razón de ser de un grupo tan reducido como
el formado por la pareja. En el siguiente paso a la agricultura, la actividad
para asegurar la subsistencia podía ser lograda por una célula social ele-
mental; el trabajo dejó de ser colectivo y desaparecieron las necesidades
de la organización comunitaria. Según Morgan, la monogamia apareció, .
pues, con el fenómeno más importante de aquel período: la propiedad pri-
vada. La supremacía del hombre Se consolidó, por tanto, de forma más
coherente. È1 era la parte más fuerte de la célula elemental. La mujer pasó 1
a depender de él, y esta situación dio origen a su sometimiento al varón.

La infidelidad de la esposa era considerada, por ejemplo, como un ataque
a la propiedad privada del hombre y éste le imponía los más severos castigos.
Las tesis de Morgan, formuladas a mediados del siglo pasado, fueron incor-
E É poradas inmediatamente al pensamiento revolucionario de entonces. Marx,
por ejemplo, manifestó su entusiasmo ante las teorías de Morgan, y Engels
y su discípulo Bebel las difundieron.

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